Me he dado cuenta que soy un tipo muy obsesivo con algunas cosas: no puedo alivianarme en algunos temas.
Es el caso del temita amoroso.
Creo sencillamente que el amor es un rollo biológico, pero tiene implicaciones culturales demasiado complicadas.
Sí, ella está muy feliz con su seguridad en la bolsa. Yo me quedo sólo con las risas. Me empieza a perjudicar esta sociedad y quizás deba retirarme cuando todavía hay tiempo.
No soy feliz (aunque mi visión de felicidad no es la de un estado pleno de bienestar, sino de momentos) por que no tengo lo que quiero, pero cuando lo llego a tener, ya no lo quiero. Quiero cosas que veo ahí, de repente. Pero al siguiente instante ya no las quiero. Al final me quedo sin nada.
No hay nada más dulce que lo que nunca has tenido, nada más amado que lo que perdiste.
Uy como la canción de Serrat...si, creo que no sabemos lo que queremos en realidad...
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