Alguna vez tomé un autobús no recuerdo bien para dónde. Siempre he sentido que toda la gente te observa cuando te dispones a abordar, es intimidante… o quizás es solo mi paranoia.
En fin, tomé algún asiento vacío, la música en los oídos y lentes obscuros para evitar el sol (o simplemente para poder mirar a mis anchas sin que nadie se dé cuenta).
Iba yo pensando lo bueno que sería verte en aquél lugar, sabía yo de antemano que ciertas veces estabas allí, mas nunca a esas horas del día.
Creo que me disponía a enviar un mensaje y por eso bajé la mirada. El camión se detuvo, alcé la cabeza y sin querer volteé a la ventanilla.
No sé yo cómo es que estabas tú allí en ese momento, ni por qué todos tus amigos de repente comenzaron a señalarme (benditos lentes enormes). Pasó mucha gente y pareció que buscabas algo entre la multitud. Entonces me viste; yo no hice más que sonreír al ver la alegría pintada en tu rostro.
Recuerdo que me temblaron las manos, no supe si bajarme o seguir en el camino. El autobús comenzó a moverse y yo esbocé un torpe adiós con la mano.
En fin, tomé algún asiento vacío, la música en los oídos y lentes obscuros para evitar el sol (o simplemente para poder mirar a mis anchas sin que nadie se dé cuenta).
Iba yo pensando lo bueno que sería verte en aquél lugar, sabía yo de antemano que ciertas veces estabas allí, mas nunca a esas horas del día.
Creo que me disponía a enviar un mensaje y por eso bajé la mirada. El camión se detuvo, alcé la cabeza y sin querer volteé a la ventanilla.
No sé yo cómo es que estabas tú allí en ese momento, ni por qué todos tus amigos de repente comenzaron a señalarme (benditos lentes enormes). Pasó mucha gente y pareció que buscabas algo entre la multitud. Entonces me viste; yo no hice más que sonreír al ver la alegría pintada en tu rostro.
Recuerdo que me temblaron las manos, no supe si bajarme o seguir en el camino. El autobús comenzó a moverse y yo esbocé un torpe adiós con la mano.
Sonreí
“Suerte que no sé manejar!”
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