Qué decir, me perturba, me intimida saber que mis letras serán leídas. Estoy acostumbrada a una escritura muy íntima… neee. En realidad… bueno, la primera idea sí que es cierta, por eso no he comenzado con el tema. Me gusta darle vueltas a las cosas. Bueeno… la verdad no es que me guste, simplemente me sucede cuando no encuentro el hilo, ¿no les pasa?, ¿soy anormal? Contesten que sí. En fin… el hilo. Sí, ese que me llevaría a mi Ariadnita o bien, ese con el que empezaría a destejer un suéter (oh, cuánto placer hay en ello, ¡intentadlo queridos míos!)
En efecto, han comprobado mi gran capacidad para hacerme wey, o weya (como se decían las morras de secu cuando iba a la primaria) ¿no les parece este texto lo suficientemente cínico?, ¿no?, ¿en serio no?, ¿qué?, ¿que está muy tibio?, Uff! pues no me quedan palabras, las presté a otro infame descarado.
Ahhh… Cinismo en párrafos, qué triste si no lo logré, lo malo es que en la vida cotidiana se me da bastante bien, digamos, mucho más de lo que cabría en dos párrafos. (¿eso sí es cínico?)
*Me doy la bienvenida (cínicamente) a este espacio, esperando contribuir a salvarle la vida, o de perdis, hacer más larga su agonía (soy mala). En fin, salud!
Texto simpático, lindo y relajado, casi como tú (ea). No creo en el extraño placer de destejer suéteres, excelente entrada presentación
ResponderEliminar