Consideraciones preliminares para una ética manipulación de lo celeste.

Estoy siendo una de las personas que participan en Montanablog, ahora mismo, intentando atender el tema que inaugura la segunda temporada.
"Estoy siendo" en lugar de "soy", mientras el viento mueve hojas, tierra y trozos de basura allá afuera.
Estoy confiando en que no se espere de esta entrada que escribo una verdadera respuesta a la pregunta ¿quién eres?, pues no podría responderla con propiedad.
"Estoy esperando el momento perfecto, para empezar a fingir que estoy muerto" es una linea de las líricas en la canción "Lamento robot" de la agrupación Oráculo del terror.
Me gusta contar a la gente que pertenecí/pertenezco a esa agrupación y que las músicas que hicimos tendrían lugar en mi lista de músicas favoritas, si dicha lista existiese en una libreta o un blog, y no sólo en mi mente.
Gusto también de contar a la gente que disfruto de leer, narrativa más que cualquier otra cosa como, por ejemplo, tratados de psicología. Esto también es aplicable a escribir.
Me gustan los animales (incluyo aquí a la especie humana, por supuesto). Mentí. Me gustan los animales no humanos (todos) y algunos seres humanos. El ser humano que más me gusta es, sin temor a equivocarme, Monserrat. Estoy esperando su entrada, por cierto.
Me permito violar este ambiente de renovación al comentarles que alguna vez, en este blog, alguien a quien podríamos asignar el significante de "Morelos" expresó sentir, cito en fondo aunque quizá no en forma (me falla la memoria): "Nostalgia por el futuro y la ciudad". Esa frase significó mucho para mí, hasta un nivel de identificación profunda.
Cuando era un niño soñé con que cuerpos luminosos lejanos, similares a estrellas (tal vez eran, precisamente, estrellas) podían manipularse desde la tierra para formar figuras y mensajes diversos. De alguna manera asocio este sueño con la frase del párrafo anterior, no sabría explicar por qué.

Estoy soy yo despidiéndome.