Hoy hay clases y no fui por que me dio hueva. Además, debería estar leyendo para mi clase de mañana y en vez de eso estoy escribiendo acá (sin ninguna ganancia). Más allá de que todos mis profesores son de hueva, me parece que hay un punto interesante a discutir: el "para qué", es decir, el motor de la acción.
La emoción y la motivación es un tema perris en la psicología. Es difícil tratar de entender a todas esas personas que van a hacer cosas diariamente. Camus hace la comparación de la vida diaria y los esfuerzos inútiles de muchos con el mito de Sísifo. Subir una roca a la cima de la montaña para luego dejarla caer y volver a subirla eternamente.
Nosotros no tenemos una eternidad, tenemos unos añillos de vida. ¿Una vida para gastarla llendo y viniendo a la oficina? ¿Ir y venir a clases que no son de ninguna utilidad? No considero el suicidio, me parece que hay muchas cosas chidas que hacer. Sin embargo tampoco me concibo arriba de un auto en medio del tráfico de las seis de la tarde regresando de la oficina, pensando a donde iré en mi semana de vacaciones.
Estoy convencido de que la vida no tiene sentido, pero antes creía en metas y objetivos para lograr "estar mejor". Ya no lo creo. No tengo una imagen detallada de alguien que quiero llegar a ser como para trazar un plan. Neta envidio la vida del vagabundo.
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