Uno de los planteamientos más básicos de la Sociología (sólo detrás del reconocimiento de estructuras sociales independientes al individuo) es aquel que dice que el hombre es producido socialmente. Ningún sujeto se concibe sino en interacción con otros, o dicho de otro modo, sólo podemos hablar de sujetos-insertos-en-sistemas. La función inicial de la identidad, es la de establecer límites entre un "yo" o un "nosotros" de un "otros". Esto se logra apropiándose de algunos aspectos de la cultura acentuados estructuralmente en los sujetos por su posición social, o tomados reflexivamente/activamente de nuestro entorno cultural. La "individualidad" producida socialmente lucha constantemente contra las abrumadoras fuerzas sociales (el comportamiento indiferente opera como un mecanismo de protección frente a estas fuerzas) y las avasalladoras olas de información que constriñen pero al mismo tiempo desubican. En efecto, la sofisticada división del trabajo que ocurre en las ciudades, produce una diferenciación cultural gigantesca que obliga al sujeto a intentar distinguirse bajo el riesgo de ser absorbido por la masa.
Yo no sé con certeza por qué no me siento cómodo con el grueso de la gente. Y es que no se trata de un desprecio basado en la idea de algunos sociólogos de que los sujetos son idiotas. No, yo me uno a quienes sostienen la reflexividad de los actores y al mismo tiempo me uno a los que consideran que estos disponen de algún tipo de recursos que les permite establecer objetivos y movilizar los medios para alcanzarlos, es decir, de que disponen de cierta dosis de poder. Tampoco pienso que soy especial en relación al resto de la gente, digo, los atributos culturales estructuralmente acentuados en mí en esquemas cognitivos o representaciones sociales (que a algunos les gustaría llamar "identidad") no han sido demasiado diferentes a los de muchos: crecí en una colonia popular y fui a escuelas públicas random. Quizá pueda rastrear algunos rasgos distintivos de mi identidad en la estructura familiar a la que pertenecí: tal vez mi obsesión por el orden y la búsqueda de regularidades (idea que no suelo compartir con el grueso de las personas) se deba a la obsesión por la ley de mi padre, y quizá mi desubicación permanente se deba a la desubicación estructural en la que crecí, viviendo materialmente en un estrato socio-económico medio-bajo, pero con valores e ideologías de un estrato medio-alto. Quizá hice míos valores ajenos a mi estrato, como el del encanto de los detalles (como la marca de la ropa) o la elegancia de las formas (las poses y los gestos). Quizá el desarrollo industrial del Bajío tenga algo que ver con el hecho de que tenga acentuados los valores de la precisión, la utilidad y la eficacia, que al mismo tiempo son valores industriales para reducir el riesgo a pérdidas. A pesar de que Querétaro tiene poco más/poco menos de un millón de habitantes, los esquemas de vida son profundamente impersonales, lo que promueve niveles altos de subjetividad intelectual (y quizá ese hecho explique el que algunas de las personas más inteligentes que conozco [Elia, Miguel, Diego y Andrés] hayan crecido precisamente en esa zona).
Yo recuerdo que en 2004 y 2005, era más sociable de lo que soy hoy. Es curioso, ya que antes de 2004 y después 2005 se me ha dificultado el relacionarme con los otros (antes de 2004 por timidez, después de 2005 por desinterés). Fuera de momentos atípicos de explosión emocional que no duraron más de un par de meses (como vivir la experiencia de entrar a la hasta hace poco mejor universidad de Latinoamérica), mi interés por conocer gente llega a índices cercanos a cero. No es que no quiera conocer nuevas personas, cada vez que veo una chica linda o escucho en clase a una persona inteligente y/o culta, me planteo estrategias de acercamiento. Al mismo tiempo tengo una extraña afición por estar en lugares abarrotados de gente, pero donde casi nadie se conoce. Disfruto mucho de una forma de asociación basada en el anonimato y en música techno inorgánica, mecánica e impersonal, ea. Me he vuelto un sujeto apartado de las masas, pero que gusta de estar dentro de ellas. La explicación certera (es decir, sin invocar procesos abstractos) de por qué ocurre esto, aun la desconozco.
Por qué no acudes a un psicoanálisis y hablas de eso? ea. Y también del rollo de poner 2 temas cuando debías poner 1 eaaaaa.
ResponderEliminarExcelente entrada, man. Me latió al 100. A mí tampoco me late conocer gente.
No sé mano, yo imagino que el psicoanálisis es un trabajo muy artesanal, es decir, que posee técnicas estandarizadas, pero que la calidad de los resultados depende más bien de la habilidad del psicoanalista (como en todo, en realidad). Deberías recomendarme a un buen psicoanalista, ya que me he topado con varios que son una mierda, ea.
ResponderEliminarEn el DF hay unos muy famosos, pero con seguridad muy caros, por lo menos para mí. No conozco.
ResponderEliminarCreo que tendré que reprimir algunas cosas unos años más: para cuando el único desafío sean mis problemas y no pagar las cuentas.
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