Persecuciones, persecuciones y más persecuciones, en eso se basan el 90% de mis pesadillas. Curioso.
Desde ser un gato perseguido por otros gatos callejeros y malignos, hasta huir de campos de concentración, africanos armados tipo Diamante de Sangre, monjas diabólicas, zombies, aliens, entre otros.
De todas las pesadillas antes mencionadas la peor sin duda ha sido, hasta ahora, la de las monjas diabólicas:
Estaba yo en preparatoria cuando tuve ésta pesadilla, yo iba a un colegio de monjas. Cada año nos hacían ir dos veces a un retiro espiritual donde nos hablaban sobre los peligros de ser adolescente, religión, religión, canciones religiosas y más religión.
Mi sueño comenzó en uno de éstos mentados retiros, sólo que ésta vez tenía la peculiaridad de llevarse a cabo en un hotel enorme, lejos de la ciudad de Zacatecas. Recuerdo las caras sonrientes y divertidas de toda la generación, corriendo por los pasillos, jugando en los elevadores como es costumbre en viajes escolares, y haciendo pleno uso del "salón de juegos", el cual era equivalente al paraíso. Mesas de billar, ping pong, hockey, pantallas enormes, "Xboxes", cómodos sofás, barra de snacks, área de bar, karaoke, juegos de mesa y demás cosas entretenidas se extendían por el lugar; como era de esperarse TODOS vivíamos literalmente en dicho espacio.
Todo era maravilloso, mis amigas y yo andábamos de un lado a otro buscando a los chicos guapos en la piscina o las canchas de tennis, fútbol y basketball.
Las charlas religiosas serían hasta la noche, dejándonos el día entero para disfrutar.
Llegada tal hora del día acudimos a la reunión, éramos un grupo bastante numeroso. Todos estábamos en un edificio que no tenía más que un área cuadrada en medio y escaleras para subir a los determinados pisos donde solo era un área de barandal, de tal manera que desde cualquier piso tenías una vista al área cuadrada central del 1er piso.
El discurso comenzó impartido por una de las monjas, habló y habló por horas de algo que yo jamás pude entender y finalmente, algo que sí escuché fue que todo esto era parte de un Congreso Mundial de religión y cosas así... por lo tanto, habría una inauguración.
La monja volteó hacia un lado y dijo: traíganlo.
Se hizo el silencio y todos nos quedamos expectantes empujando a otros para lograr conseguir una mejor vista; me las arreglé para estar hasta adelante y entonces lo vi. Un niño pequeño de unos 7 u 8 años se resistía a caminar y lágrimas brotaban de sus ojos mientras comenzaba a lanzar gritos desgarradores cuando se dio cuenta de lo que le esperaba.
Yo no supe qué decir o hacer, me quedé pasmada y volteaba hacia los demás rostros que parecían tan cómodos y tranquilos. Parecía que yo era la única que no sabía realmente en lo que me había metido.
La monja tomó al niño en brazos con una fuerza increíble mientras éste pataleaba pues sus manos estaban amarradas. Se acercó al centro del lugar donde se encontraba un escaloncito que tenía bien fijo un tubo metálico puntiagudo y sin más, clavó allí al niño por el estómago y éste emitió el peor de los alaridos mientras su sangre saltaba y chorreaba por todos lados. Todos aplaudieron.
Retrocedí y topé con la pared, no podía creerlo, yo estaba en shock. ¿Cómo es que nadie había dicho algo?, ¿era ésto algún tipo de secta satánica o qué?, ¿qué se supone que tenía que hacer yo?... había que salir de allí, lo más pronto posible.
Afortunadamente todo terminó y cada quién pudo irse derecho a su habitación. Aún en mi estado catatónico pude llegar al lobby para tomar el ascensor, parecía que era la única pues todos corrieron a cenar... y bueno, yo después de eso... ¡lo menos que quería era comida!
Unas voces me sacaron de mi limbo mental, dos monjas y un sacerdote; parecía que estaban acordando los puntos para la siguiente reunión, habría más víctimas y para no hacerles el cuento largo... y siendo ésta mi pesadilla... adivinen ¿quién era la siguiente en la lista de muerte? Sí, YO.
Casi no recuerdo lo demás solo que corrí a mi habitación para idear un plan de escape, había seguridad por todos lados, tuve que encerrarme y tratar de escapar por la ventana. Para hacer las cosas más dramáticas mi habitación se encontraba en el 4to piso. Obvio, si me caía tratando de escapar no viviría para contarlo. Me vienen a la mente cuerdas que usé para salir y que aparecieron por arte de magia en el closet, hubo muchos más obstáculos y cuando llegué a tierra firme un desfile de personas me perseguían para capturarme. Corrí y corrí como nunca en la vida hasta llegar a un área rocosa y luego una planicie donde estaba el estacionamiento. No olvido que subí en un convertible blanco [que no era mío], giré la llave [sí, otra vez apareció mágicamente] y aceleré como prófuga de la justicia con el aire pegándome en los ojos y en el horizonte ligeros rayos de sol brotaban augurando un futuro prometedor; finalmente, abrí los ojos.
Un sueño muy claro.
ResponderEliminarOrale Tania, definitivamente no me gustaría lidiar con monjas diabólicas. ¡Que miedo!
ResponderEliminarDeberías armar una peli de esta pesadilla...o no.
Saludos : )
Hahaha sí, la idea me pasó por la mente.
ResponderEliminarMmm sí, es un sueño muy claro, de los pocos. Quizás porque para mí fué el peor, duré días sin poder deshacerme de la imágen del niño ensartado como banderilla.
Esa fue una pesadilla muy hollywoodesca sin duda jaja.
ResponderEliminarYo sí me aventaría del cuarto piso estando en una situación extrema, con la intención de morir obviamente... aunque antes al menos insultaría a las monjas o me les pondría pesao".
Bueno, saludos.
Yo también estudié en una escuela de monjas... durante 14 años! jaja y también nos llevaban a retiros pendejos, en uno nos dijeron que 'era mejor esperar a comerse el pastel completo que conformarse con un gansito'entiéndase el pastel como el sexo en el matrimonio y el gansito como masturbarse. Que no interesa mucho esto pero eso del niño clavado como banderilla me recordó the virgin suicides :O siempre es horrible ver cómo lastiman a alguien, incluso en un sueño se siente tan real.
ResponderEliminarBuena trama digna de una peli gore
ResponderEliminarDon't try to be brave... JUST RUN!
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