La gente allá abajo tiene ideas casi siempre equivocadas sobre lo que no alcanza a percibir del todo, piensan por ejemplo que aquellos que no somos humanos nos movemos hacia fines elevados, fines distintos a los que ellos persiguen.
Por fortuna desconocen los placeres que seres como yo obtenemos de su ingenuidad, no saben que sus búsquedas absurdas los hacen juguetes perfectos para nuestros caprichos egoístas.
Recuerdo por ejemplo aquellos tiempos en que buscaban una esencia que los hiciera distintos entre ellos, algo más allá de atuendos y construcciones para evidenciar la superioridad que poseían unos sobre otros. Por supuesto no pude desaprovechar la oportunidad y metí una idea en esos hombres morenos de miradas felinas que llaman árabes, la transformaron en algo concreto y los romanos presurosos se apropiaron de ella, dominantes como se jactaban de ser.
Yo me divertí en demasía, pues al darles el concepto de perfume generé un circo consumista y destructivo digno de la humanidad, circo que renuevo cada vez que necesito diversión, ya sea con camisetas que muestren la imagen de un sujeto barbado con una gorra acompañado de una pequeña estrella representando cuestiones como "libertad y justicia" o cualquier otro producto similar, los seres humanos son presas encantadoras para un comerciante como yo, Mercurio.
"cliché guevara" JAJAJAJA. está buena esta entrada man, buen punto de vista foráneo.
ResponderEliminarMan... ¿Mercurio es el del "Pie Alado" ?
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