martes, 14 de julio de 2009

Creo en los fantasmas terribles de algún extraño lugar

Domingo 24 de Julio
La noche esta hermosa, puedo sentir el calor del verano en mi piel y el aroma de las calles me embriaga de recuerdos, hoy no fue un día especial, comida con los viejos, una película en el cine para terminar con una deliciosa cena en casa de Román.
Todo lo que quiero es dormir, el fin de semana estuvo extenuante y mañana tendré que madrugar; me preparo para ir a la cama, leo un rato, (no mucho porque me emociono y no lo dejo y no poco porque me quedo con las ganas de saber más), lo suficiente.
Apago la luz de aquella vieja lámpara en la mesita de noche, las 10:15, marca el despertador.
-¡Perfecto!- (pienso al sentir una tremenda satisfacción por saber que estoy apunto de dormir) recapitulo un poco mi día, ya casi no escucho, estoy cayendo en un sueño ligero y comienzo a perder la noción del tiempo…
Tsss, tsss, siento un roce en la oreja, sacudo mi mano para evitarlo, y vuelvo a dormir.
Tssssssssssss tsssssssssss cada vez es más insistente, voy recobrando el conocimiento poco a poco, lo escucho nuevamente en mi oreja izquierda –No me jodas- me volteo y cada vez con mayor frecuencia siento al pequeño monstruo queriendo succionar mi sangre, me muevo y doy vueltas por la cama para evadirlo pero todo es inútil.
Después de un rato de luchar contra él y contra mi, decido que es hora de tomar cartas en el asunto, prendo la luz y espero a que el canalla de la cara, pasan los minutos y nada…
Apago la luz y como por arte de magia lo vuelvo a escuchar, acercándose a lo lejos. Me esta poniendo de muy mal humor, decido ir por el insecticida sin importar las precauciones y efectos secundarios, ¡sólo quiero dormir!.
Después de unos minutos de esperar en la sala a que el ‘’mata moscas y mosquitos’’ haga efecto, entro al cuarto y me dispongo a gozar de las escasas…2 Horas!!! De sueño que me quedan.
Maldito animal del infierno y malditas jugadas de la naturaleza.

2 comentarios:

  1. Hahahahaha, creo... que de todas las jugadas de la naturaleza, los endemoniados mosquitos son de lo peor.
    Y es que, son tan chiquitos los miserables y uno los busca como escáner registrando la pared y cada uno de los muebles en la recámara hasta que te desquicias.
    Hace unos días me pasó lo mismo; ha llovido y hace calor... ambiente perfecto para las bestias esas.
    Benditas sean las cosas esas que se conectan y mágicamente ellos mueren o no se acercan.

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  2. Una solución es echar raid por toda la recámara...buen escrito!

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