Mi nombre, Laura ¿eso te dice algo sobre mí? No lo creo. ¿Qué me gusta? Las películas, el chocolate y el silencio, en general soy una persona callada, pues disfruto mas escuchando que hablando. También me late perder las cosas y encontrarlas de nuevo, perder y buscar, supongo que sin querer he hecho de eso una de mis actividades favoritas. Me agradan también (pero en menor medida que todo lo anterior) las mentiras, ¿Por qué? Por que nos ayudan a crear nuestras propias realidad, las realidades en las que verdaderamente nos gustaría vivir.
¿Qué detesto? desperdiciar el tiempo, cosillas como la impuntualidad, las filas largas y las salas de espera me hacen perder la cabeza, por otro lado algo que en verdad me deprime es el frio, los días nublados y un poco, la lluvia, días con ese clima me hacen sentir desganada, sin fuerzas.
¿Qué hago de mi vida ahora? Estudio psicología social, a veces me gusta, a veces no. En ocasiones dudo de mis razones para estar en la universidad, pero bueno, en general dudo de muchas cosas y de las personas (sobre todo de las personas), pero ese es otro pasatiempo que me sirve para complicar un poquito la vida y no sentirme aburrida X/
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La primera ve que te vi, quede pasmado, me pareciste simplemente extraordinaria, tu cabello bajo el sol brillaba como nunca antes había visto brillar ninguna cabellera, me acerque a ti y descubrí que tu aroma era algo único, irrepetible. En tus ojos pude encontrar el portal a lo infinito, a la eternidad, era como contemplar la vida misma congelada en el tiempo.
Te hable entonces y cada palabra que salió de tus rojos labios me hizo saber que eras una persona llena de ternura, de una ternura infinita, de una paz sobrecogedora y sobre todo de una inocencia que rayaba en la locura. Mi conclusión sobre ti no podía ser otra, sin lugar a dudas, eras un ser frágil y a la vez incorruptible, eras tu la ruptura con lo cotidiano y seria, pues, por todo aquello que, en vez de parecerme dulce y envolvente tu existencia, se torno para mi una tortura, por ti vi mis días llenarse de hiel, de una extraña amargura, de una irritación casi profana.
y es por eso, desde que te conozco que siento ganas de verte desfallecer en mis manos, siento ganas de contemplar como tu vida se consuma gracias a mí y en fin siento que he nacido para ser tu verdugo.
Hola Laura, me gustó mucho tu entrada, el encuentro con una víctima...Bienvenida!
ResponderEliminarHola huicho! tu entrada me recordó a alguien jaja... estuvo buena..
ResponderEliminar¿Huicho? ¿Estas loquita o que?
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